Todavía existen médicos en la jungla amazónica y yoguis en los templos hindúes que creen que tienen un don divino que les diferencia del resto de los humanos. Lo cierto es que todos poseemos la capacidad de utilizar la magia mental, pero son muy pocos los que saben hacer uso de ella. En general, cualquiera puede dominar las técnicas de control mental y emprender un proceso ilimitado de autoenriquecimiento.
La diferencia fundamental entre la meditación y la autohipnosis es que mientras la meditación ayuda a distanciarse de los problemas, la hipnosis aísla el problema, examina las causas, encuentra una solución y lo elimina. El secreto de la hipnosis es un enfoque de la concentración que excluye toda interferencia externa. La autohipnosis es más que introspección, es control interior y autoprotección. El uso de programas personales cuidadosamente pensados para alcanzar propósitos específicos es otro de los aspectos que sitúan la hipnosis por encima de la mera contemplación o reflexión.
Muchas de las formas de meditación que utilizan los profesionales actuales provienen de las antiguas religiones orientales. El objetivo de la meditación oriental es del desapego espiritual del propio entorno. Es característico de la meditación la vaguedad y el dejarse llevar, lo que hace que el sujeto se desconecte de sus responsabilidades [1]. Tanto la meditación tradicional como la hipnosis mitigan la presión insoportable y aumentan la capacidad de afrontarla. Las dos provocan sensaciones agradables, son útiles para aliviar la tensión y proporcionan un escape temporal de la realidad. Pero cuando la realidad retorna con sus problemas, la hipnosis ha sintonizado la mente, no la ha apartado.
A las personas que han tenido alguna experiencia de meditación, ya sea trascendental o a través del yoga, les es mucho más fácil alcanzar el estado hipnótico, ya que un nivel de meditación conduce al otro. La meditación es el paso del estado mental de total consciencia llamado beta al estado alterado llamado alfa. De alfa se pasa a zeta, que es el estado hipnótico [2]. Cuando se adquiere destreza en el uso de la autohipnosis se alcanza con facilidad el estado delta, más conocido como estado de sueño [3].
La autohipnosis es un estado de intensa sugestibilidad del subconsciente, que de este modo acepta la guía de un programa personal. La reserva de inteligencia que normalmente permanece sin utilizar emerge a la superficie y las posibilidades se multiplican. Algunas personas bien preparadas consiguen aliviar sus propios problemas de conducta con la eficacia de un profesional. Además, la autohipnosis reduce la tensión y contribuye al reforzamiento de la personalidad.
En general, el proceso de autohipnosis se aprende siendo hipnotizado la primera vez por un profesional, pero no es necesario si la persona tiene voluntad y practica de forma regular las técnicas. Si usted tiene alguna experiencia en meditación o métodos de respiración yoguis, le será más fácil conseguirlo. La aplicación científica de un plan de autosugestión positiva durante el estado meditativo provocará los resultados deseados.
La autohipnosis es el faro que ilumina los rincones más oscuros de la desesperación. Usted puede utilizarla para calar fuego a sus viejos hábitos y despejar el terreno para otros mejores. Cuando haya eliminado los pensamientos negativos y la degradación de su propia imagen, notará que resurge su creatividad escondida.
De "Hipnosis y autohipnosis", Rachel Copelan.
Notas de Sergio Valdivia.
(1) Hay distintas formas de meditación occidental, tal como la meditación receptiva y la meditación reflexiva, que se caracterizan por una atención dirigida y controlada de la mente. No es en ningún caso una evasión de la realidad o un dejar la "mente en blanco" para que cualquier pensamiento llegue a ella.
(2) Para reprogramar la mente mediante hipnosis o autohipnosis no hace falta llegar a estados profundos. Basta un nivel Alfa para conseguir rápidos resultados.
(3) No debe confundirse sueño con hipnosis, aunque el origen de esta última palabra provenga de hypnos, que significa sueño. La hipnosis es un estado diferente, de máxima alerta y concentración, donde la consciencia nunca se pierde, sino que se focaliza en una idea específica.
Una manera fácil de aprender un método de autohipnosis es mediante un audiolibro que contiene una explicación general y prácticas de autohipnosis. La autohipnosis de ejemplo contiene varias afirmaciones positivas que mejoran la calidad de vida de toda persona, a todos les vienen bien esos mensajes. Más información aquí:
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